Argumentos

No teniendo un argumento nuevo, me tocó asirme a los viejos, y acá estoy en las mismas, desde luego.

Y no sólo desde luego, sino desde siempre, porque caigo constantemente en el mismo abismo con diferente ángulo, algo falla en mi cociente.

Me kedé sin las palabras, sin los silencios, no tengo de nuevo nada, y nada nuevo ronda este estado de kedarse sin kedarse, de no tener nada de nada.

Ya no siento ni los huesos, ni te hablo, ni te veo. No me duele la garganta, no espabilo medio verso, que entrecortadas las frases sueltas, vagan vagabundas por toda mi cabeza.

Corren mis ideas, desnudas, frágiles, añejas, por los senderos desolados de akellos motivos nunk encontrados, de las casas vacías, sin senderos luminados, sin el farolito de la entrada, siempre abandonadas.

Abandonadas al libre albedrío, a lo fascinante de la nada, la nada ke

nada en mi cabeza, en la languna mental que me atraviesa, y sale por mi boca en forma de medio suspiro, medio melancólico, medio rígido, medio sentido, medio fingido.

No tengo un sólo asomo de conciencia fértil, ni ningún deseo, me paro, me siento, como algo, leo, pero respuestas no encuentro, respuestas de preguntas que nunk me he hecho, porque no tengo, no tengo, no tengo ni un sólo argumento nuevo.