domingo, 2 de octubre de 2011

Puta vida



No había más salida ke putiarse.
Bueno, salida si había, el caso es el riesgo que implica huir de una erección salvaje en un hombre animalizado, prepotente y obsesivo.
Un amigo mío ya había escrito una vez: "Gózalo o te jodes", y yo me iba jodiendo...

Cediendo a los besos de protocolo, sucios e indeseados, con risita falsa, dejo, sin kerer, ke el hombre pose su lengua húmeda sobre mi rostro desfigurado, sobre mis labios rotos y secos, sobre mi propia lengua empolvada y muerta, mientras yo cierro los ojos y finjo complacencia.

A tan deseada promesa de dejarse penetrar con las garras el pecho y permitir ser vulnerado con la carne, había ke hacerle algunas exigencias.
Y todo se tornó un contrato.

La parte en servicio pide, sin ser evidente, ciertos privelegios de las causas perdidas: Licor y drogas. El cliente acepta en desespero.

Yo trago de largo el veneno, y me olvido de todo lo ke está sucediendo. - Esto se verá recompensado- me digo con nulas esperanzas y sin nada de fe, no me creo ni media palabra. No entiendo lo ke hago, pero ahí está la necesidad aflorando en mi rostro como mucama que ke se reafirma con la conciencia de tener entre las piernas lo ke tantos desean...

No había más salida.
El carro avanza hacia la cama ke espera impecable guardar entre sus hilos las vejaciones del hombre que ha de pagar mi pecado de no poder amar a nadie.

-Ellas lo disfrutan - dicen unos... unos ke conocieron a unas ke lo disfrutaban, pero no me conocieron a mí.

Se hace vomitivo, pero soy fuerte y mantengo la actitud ke satisface al cliente, incluso le beso el cuello y me contengo.

Arrivamos al matadero, como suelen llamar en gracia los ke no saben ke de verdad uno se muere y vuelve a nacer, lleno de placenta y sangre y lágrimas en los ojos, y una breve esperanza entre las manos.

No hemos terminado de cerrar la puerta y ya la bestia me ha arrancado las ropas y ha anikilado toda posibilidad de ké yo "lo gozara" como escribía mi amigo.
Pero ahí estábamos, mi estómago, mi existencia y el adiposo y sudoroso cuerpo ardiente.

Me tira al catre con violencia e impostura, me lastima, y yo como buena puta me muestro arrecha.
Me besa el pecho, observo con horror como desciende su beso a mi seno... casi al seno... cierro los ojos con fuerza... siento el frío húmedo sobre el pezón derecho. Respiro.

Ya no hay salida. Tarareo una canción en la mente, actúo, poso.
¿Porqué esas manos me tocan?¿porqué me roza esa piel?

Aquí no hay víctimas, él me paga y yo le entrego mi nalga a él. Ni ke todo fuera plata... pero sí lo es.

Para mí han pasado casi 4 horas, aún cuándo él jure ke llevamos media hora. ¿Media hora!? Media hora es mucho...

Media hora de una caída al vacío, media hora de suicidio fallido, media hora de saber ke va media hora que parecen 4. Media hora ke me duele la vagina porque es brusko y me lastima, media hora de ke me kiero escapar... media hora pensando en huevos, en chocolate, en pan... En media hora el mundo entero se puede acabar...

Aún tengo los labios ke no están en la cara hinchados, aún huelo a lo ke huele mi miseria y su dinero, aún recuerdo su penetrante salvajismo carnívoro ke partió en pedazos mi dignidad partida...

- Pero akí no hay víctimas - me digo -... Ni ke todo fuera plata.

1 comentarios:

Daniel Cadavid dijo...

No paro de leer La Zurda, me parece full bacano todo lo que está escrito aquí...