Aquí viene el sueño trepado en la realidad del país de las maravillas. Y siguen diciendo que lo pensamos y lo creemos porque somos jóvenes, lo que pasa es que no se han dado cuenta que somos hijos del legado exterminado por el odio, de los viejos sabios asesinados por la injuria, la calumnia y la avaricia, y tenemos sed de venganza, de venganza con la palabra y la victoria. No habrá mayor humillación para la usura que vernos triunfantes. La juventud que supuestamente nos atropella y nos confunde, tengan la certeza que es la que hoy nos tiene más concientes de las verdades, que nos aleja de el hipnotismo al que ustedes están sometidos por los medios, la juventud que nos da los argumentos. No hay más que ganar que esto que ya tenemos, ¡las ganas! Cómo le dije una vez a mi amado camarada y colega de sueños: “No es por nosotros, es por todos ellos”. Ellos que siembran las tierras, que cosechan las esperanzas, que construyen los caminos, las calles, las moradas, ellos que buscan lo que el imperio les arrebató, lo que les correspondía por naturaleza, ellos que callan por miedo, que construyeron la patria y que hoy la patria misma lo niega. No tengan más miedos, que llegaron los verdaderos héroes, esos que sí se mueren, se mueren de amor por ustedes, a los que sí les entran las balas, y los cortan las armas blancas, los que no luchan con visión láser sino con retórica fuerte. No los héroes que son héroes porque cambian una llanta en la carretera, sino los héroes que son héroes porque cambiarán la patria entera!
Acá ya estamos y acá nos quedamos plantados, firmes, seguros, locos, soñadores, temerarios. Sin fusiles o con ellos pero triunfamos!
Acá ya estamos y acá nos quedamos plantados, firmes, seguros, locos, soñadores, temerarios. Sin fusiles o con ellos pero triunfamos!
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