domingo, 20 de diciembre de 2009

Padre


"Esta consabida interpretación tuya me parece correcta sólo en lo
que se refiere a tu falta de culpa en cuanto a nuestro distanciamiento.
Pero también estoy yo igualmente exento de culpa. Si pudiera conseguir
que reconocieras esto, entonces sería posible, no digo una vida
nueva -para ello los dos somos ya demasiados viejos-, pero sí una
especie de paz, no un cese, pero sí un atenuamiento de tus incesantes
reproches.”
Franz Kafka- Carta al Padre




Hace muchos años un señor que se llamaba Franz Kafka, que seguramente conociste en tu bachillerato, por un libro ke tituló “La Metamorfosis”, escribió además, otro que se llama “Carta al padre”, en donde consigna todas sus preguntas, miedos y motivos, por los cuales, la relación con su padre casi siempre fue un fracaso. No lo culpo, lo hemos sentido todos, con la diferencia que él tenía el talento para escribirlo de una manera más bonita, quizás más sensata.

En todos estos años, que no son ni todos, ni tantos, he sabido que lo primero y más fuerte que tengo para ofrecerte (tal vez será lo único) es mi gratitud, por mi formación académica, y porque nunca me ha faltado nada de lo que necesito y quiero para vivir. Sin embargo, y hoy lo digo al calor del dolor que siento, desde que nació mi hermano, ke amo y amaré siempre pq es lo mejor ke tengo en la vida, la actitud del papá de Alejandra cambió de una manera radical. Pareciera ke el mundo ya no era lo que solía ser, y la felicidad que nos llenó a todos por ese maravilloso niño ke llegó a llenarnos de risas y alegrías, que fue (y sigue siendo) nuestra motivación para pararnos cada mañana, esa chispita de ternura e inocencia que ilumina todas nuestras vidas, se convirtió en el desconocimiento total de tu hija.

Nunca entendiste, ni kisiste entender, ke a mí, como a vos, me tokó padecer un adolescencia, y ke la tuya tampoko fue fácil, mucho menos fácil ke la mía, pero lo olvidaste. Empecé a crecer y escogí varios caminos que tal vez no eran los que tenías planeados para mi vida, pero ¿Qué hago si tengo voluntad frente al mundo? Yo kise decidir lo que creía bueno para mí. Perdóname por no ser la niña de vestido femenina, la ke se keda en casa y hace el oficio y es sumisa y calla ante el resto del mundo. Perdóname por no ser lo suficientemente niña, por ser el hermano mayor de Carlos o por no parecerme a esa ke conociste en mi infancia. La vida siguió corriendo, y vos siempre del trabajo a la casa.
No es malo! Para nada, he tenido a mi lado las dos personas más responsables con la vida ke conozco, y que me han ayudado en este camino tan difícil ke es vivir. Pero a Enrique como hombre no lo conozco.
No sé kién es mi papá, ké le gusta, ké hace, ké piensa cuando va solo en un bus, ke color le gusta más. Y creo, o más bien, estoy segura que tampoko sabés kién soy yo, y lo ke más me duele es ke parece ke no te importara. Nunk me preguntaste ké sentía o ke pensaba de la vida, ni sikiera kisiste saber pq me gustó la política ni ke libros leía. No sabés como me va en la Universidad, sólo por lo ke te cuenta mi mamá y por los mil pesos ke sacás para pagarla. No sabés ke conozco del mundo, de mi país, ni pq viajo a Bogotá o a Cartagena y ke hago allá. Nunk me preguntaste “¿Cómo te fue hoy en la U?” o “¿Si te gusta lo que escogiste para estudiar?”, no sabes que como cuando estoy en la calle, ni sikiera qué hago en el trabajo, ni donde keda la oficina. Ni sikiera me has escuchado hablando portugués, y las veces ke lo has hecho ha sido pq estamos todos reunidos y alguien más me lo pide, no por qué kerás saber ké ha sido lo ke he aprendido. No sabés si estoy enamorada, ni ke ha sido de mi vida con los hombres y con eso tan difícil de crecer y tener ke enamorarse, nunk me contaste ke la gente a uno le puede romper el corazón, pero tampoko nunk me dijiste alguna palabra, lo ke fuera, cuando lo tuve roto. Pero tampoco nunk respondiste. Siempre esos insípidos “Ahí, más o menos” cuando pregunto “ké tal el trabajo o el día”. Ponerte conversa es la cosa más difícil que conozco, te encerraste en tu mundo de odio, o fastidio, o tedio, o lo ke sea ke sientes por mí, para cerrar toda posibilidad de ke fuéramos realmente esa familia íntegra.
Siempre puros monosílabos ante cualquier intento de hablarte, así sea de la película ke ves, Y las pokas veces ke te animás a hablarme es para herirme o reprocharme, o recordarme lo mal que hago todo y la mala persona ke creés ke soy. No tuviste tiempo más ke para trabajar, y ya, después de tanto tiempo, cada vez ke salimos, parece ser pq mi mamá te recuerda ke yo aún existo. Me dejaste sola de espíritu, te convertiste en el padre responsable con el dinero… como si el dinero fuera importante en el camino de ser felices, hasta yo, ke soy tan tonta, lo sé. Y aún así, no tenés tiempo para más ke trabajar, y lo hacés muy bien, y me siento muy orgullosa por tener el papá más teso del mundo para lo ke hace y lo ke sabe. Pero ese es tu mundo, envejecer al paso de los años y los ladrillos y las cotizaciones y salir de paseo por inercia o porque mi mamá lo sugiere, pero no pq seas vos el ke lo kiere.

Me kiero ir, claro ke me kiero ir, no porque tenga ke hacerlo, ni porke la situación lo amerite, me kiero ir para ke estés trankilo, pq a veces siento ke hasta mi sola presencia te fastidia, el escuchar mi voz fuerte y mis risas. Ke conchuda e infame ke soy, irrumpiendo en la tranquilidad ke necesitás, por lo cansado ke vivís. Me voy a ir pq creo ke es lo mejor para todos, pq kiero ke disfrutés los logros de tu hijo, ke vayás a sus graduaciones, y a sus presentaciones, y ke salgan juntos a comprar tablas, y a montar, y a comer, y ke le enseñés a ser como vos, y ke tenga tu carácter y tu fuerza, y tal vez así te animás también y fortalecés tu relación con mi mamá, ke cada vez se deteriora más por mi culpa.
Me kiero ir para ke estés en paz, para ke Carlos deje de ser tan mimado, para ke mi mamá no tenga ke volver a llorar, para ke no me escuchen, ni sientan mi estruendosa música, para ke no tengan ke invertir más de lo necesario en mi, para ke no me tengan ke llevar a una clínica cuando no tenga eps y me dañe un pie, para ke no se llenen de ira con cada cosa ke hago, para ke puedan salir los 3 juntos sin tener ke esperar a nadie, para ke el teléfono no suene todo el día y sea para mí. Me kiero ir para ke no me veas la cara, ni el cabello de colores, ni los tatuajes, ni los pircing, ni todo eso ke soy ke va en contra de todo lo ke vos kerés.

No pretendo con esta nota ke cambie nada, la gente no cambia, es de las pocas cosas ke he aprendido realmente desde ke nací. Nada va a volver a ser lo ke fue, por eso mismo es mejor buscar soluciones sensatas, ke jugar a ke somos ese montón de recuerdos y fantasmas y fotos. Esas sonrisas ya no están, y yo no voy a ser nunk la niña ke vos kisiste, y vos no vas a dejar nunk de ser “del trabajo a la casa, de la casa al trabajo”.
Cada uno de nosotros tiene métodos diferentes de mostrar el cariño, vos lo hacés con trabajo, yo me tatué tu nombre y aunque para vos y para mucha gente no valga nada, yo soy la única ke sé lo ke me dolió y lo ke soporté, por llevarte, así fuera simbólicamente, siempre a mi lado. Pq estuvieras en mi pecho, al lado derecho por sos la fuerza y el apoyo de esta vida, diferente, pero vida al fin y al cabo.

Te kiero, perdóname por ser todo ke tu kieres ke yo no sea.
Alejandra Sandoval.

3 comentarios:

Sebastian Villa dijo...

Mujer... Comparto tu dolor. Tal vez no en la densidad, pero si en la especie.

Me tenes para lo que necesites.

Anónimo dijo...

sabes muy bien que se lo que se siente, vos que me conoces tan bien sabes que no es facil y es mas duro saber que nada va a cambiar, por que ellos son asi es tal vez su esencia, la que nos toco vivir a nosotros, un papa de esta y otra manera que apesar de ser tan distintos son igualmente duros cerrados y toscos, al fin y al cabo ellos se lo pierden no saben cuanto podrian encontrar en una simple demostracion de cariño.

Anónimo dijo...

Alejilla, acabo de leer tu escrito y me parece bien que arrojes la ira, la frustración y la resignación -las cuales quizás puedes llegar a sentir- en las digitales palabras que escribes. Respecto al asunto del padre y el trabajo, esto resulta algo complicado. Por ejemplo ,en paises como éste, hay muchos chicos que son conocidos como "Schlüsselkinder": aquellos niños que traen en su cuello las llaves de la casa, junto al ticket del bus y uno que otro documento. Estos chicos suelen ser extremadamente autonomes y crecen junto a la soledad y el desconocimiento de lo que es -si asi se le puede llamar- el sentimiento paterno y materno. La causas son el trabajo y la preocupacion por el dinero, algo demasiado marcado en estas tierras germanas -mas aun en el mundo-. Ich wünsche dir noch ein super tolles und schönes Leben. Mach dir bitte keine Sorgen. Das Leben ist nur das, leben. Und glaube ich dass du alles gut gemacht hast!!! Viele Liebe Grüße aus Wilhelmsdorf,
dein Jorge