Lions.

A mí me pareció genial. Ese día, llegando tarde a clase como siempre, había un taco como nunca. El bus para en el puente, antes de llegar a la universidad. Miro un poco desesperada hacia el lado, ya quiero llegar. Otro carro más se suma a la fila lateral, es de gran tamaño, seguro se crecerá el taco. Miro con más calma, no lo puedo razonar. 3 leones y 4 leonas me miran incrédulos por las rendijas azules del gran camión, de cualquier circo de medio pelo, con presentador maltratador. En medio de los carros, de tanta polución, de la mismísima selva de cemento, se oye el rugido del león, él quizás con hambre, y yo todavía meditando si sacar la mano por la ventana o conservarla, en medio de mi euforia, el taco avanza, veo como se aleja, aquella hermosa libertad encerrada.